Coral

Coral: nombre masculino (del latino corallium, del género korallion). Polípero de los individuos del género Corallium y concretamente de la especie Coral rubrum, pertenecientes a la familia alcónidos.

El coral es un octocoralario del orden gorgonarios, que se caracteriza por su esqueleto arborescente, calcáreo, rojo (puede ser de diferentes colores), recubierto por una capa de tejido blando, el sarcosoma, con el cual se encuentran implantados numerosos pólipos con brazos ramificados.

Al contraerse estos individuos pueden volver a entrar en el sarcosoma, recorrido por una gran red de canales que ponen en comunicación a todos los pólipos entre sí. Estos animales originan pequeñas larvas ciliadas, vermiformes, nadadoras, que se fijan sobre las piedras. Cada larva produce un primer individuo (oozoíto), que es el origen de una colonia; los demás individuos brotan enseguida (blastozoítos), formando así grandes bancos o arrecifes coralinos.

Las colonias están formadas por cientos o miles de individuos y pueden alcanzar grandes dimensiones. En aguas tropicales y subtropicales forman grandes arrecifes. El término "coral" no tiene significado taxonómico y bajo él se incluyen diferentes tipos de organismos.

El coral ha sido utilizado por las artes decorativas de todas las épocas; así los romanos por ejemplo, explotaron ciertos arrecifes de Malta y del Mar Rojo y utilizaban estos productos para hacer o formar collares, a los que les atribuían poderes profilácticos.

Durante la Edad Media persistió la creencia en los valores mágicos del coral, y se realizaron con él toda clase de joyas y amuletos.

En la actualidad se utilizan tanto en joyería como en bisutería; Italia se ha especializado en su elaboración.

Existen diversas variedades de coral: así, el muerto, que procede de las raíces o embriones, carente de valor; el vivo, que es arrancado de la roca, y puede ser de varios matices; el coral blanco, precioso por su rareza.